sábado, 26 de marzo de 2011

La alcachofa: "El manjar salvaje"

Alcachofas en un puesto del Campo dei Fiori (Roma)
Esta entrada pretendía ser la 3ª entrega viaje gastronómico a Roma, a propósito de una estupendas carciofi alla romana que comimos en la terraza invernal de un restaurante junto al Campo dei Fiori. Sin embargo, cuando comencé el proceso de documentación descubrí que era mucho lo que se podía contar sobre la alcachofa, por lo que decidí transformar esta entrada en un monográfico sobre esta flor comestible, este cardo, que, al menos para mi, es uno de los mayores manjares.

Las flores son más comunes en la cocina popular de lo que pudiera parecer, pero las flores comestibles más importantes en nuestra cocina no son coloridas ni parecen flores. El brécol y la coliflor son estructuras florales inmaduras, y la protagonista de esta entrada, la alcachofa, la comemos antes de que la flor se haya abierto. Menos común en España pero muy usadas en Italia son las flores de calabacín (fiori di zucchini)

Historia y literatura

La alcachofa que podemos encontrar en cualquier mercado es el capullo de la flor de una especie de cardo (Cynara cardunculus ssp. scolymus). En la zona sur de la península podemos encontrar el alcaucil, otra subespecie (Cynara cardunculus ssp cardunculus), que se puede encontrar silvestre y del que se consumen tanto los capullos como las pencas.

Procede de Egipto y está distribuida por todo el Mediterráneo. Al parecer, ya era conocida por griegos que le otorgaban poderes afrodisíacos. Su nombre, según la leyenda, procede de una bella joven llamada Cynara, de la que se enamoró Zeus, y al ser rechazado la transformó en alcachofa.

En cuanto al nombre en español, alcachofa, parece derivar del árabe al'qarshuf que significa cardo pequeño.

Del consumo de las alcachofas se encuentran referencias en la época romana. Aunque fueran consideradas una exquisitez siempre han tenido una acogida desigual. Así, Gayo Plinio Cecilio Segundo, más conocido como Plinio el Viejo, en el capítulo 43 del libro XIX de su celebérrima Historia Natural relata "sin un cierto grado de vergüenza. Porque es un hecho bien conocido, que algunas pequeñas parcelas de tierra, sembrada de cardos, en las proximidades de la Gran Cartago y de Córdoba en particular, producen un ingreso anual de seis mil sestercios, siendo esta la forma en que las monstruosidades de la tierra sirven para saciar nuestro apetito voraz, aquellas que las bestias de cuatro patas instintivamente se niegan a tocar".

En España fue introducida por los árabes y se duda entre la posibilidad de que nos enseñaran su cultivo o que aplicaran las técnicas aprendidas en origen para transformar los cardos que siempre poblaron nuestra geografía.

Consumida en la Italia del siglo XV, se dice que fue introducida en Francia por Catalina de Médicis, a la que le gustaba comer corazones de alcachofa. Esta florentina, al casarse con el rey Enrique II, las llevó desde su Italia natal a Francia. 

Sin embargo su éxito no era compartido por todo el mundo en los postrimeras del siglo XVIII. Al que se le definió como "el más grande hombre de letras alemán... y el último verdadero hombre universal que caminó sobre la tierra", Goethe muestra su poco aprecio a las alcachofas en su libro "Viaje a Italia", que casualmente adquirí hace un par de semanas en la Cuesta de Moyano. Mientras recorre Sicilia, el 30 de abril de 1787, hace una parada en Castrogiovanni (la actual Enna). Allí mientras considera el "plan de ataque agrícola contra los cardos" que han podido ver en grandes extensiones declara observar con "bochorno, que pese a todo no eran del todo inútiles". En una posada coincide con dos noble sicilianos y ve con asombro como estos "señores serios se situaban ante una mata de cardos para cortar con machetes afilados las partes superiores de estas plantas exuberantes. A continuación asieron esta cosecha espinosa y comieron con placer". Con todo Goethe los probó, pero el resultado fue desastroso: "nos gustó tan poco como los colinabos crudos de Segesta

Pero en la literatura no encontramos solo referencias negativas, y valga como ejemplo la Oda a la alcachofa del "más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma" como le definió Gabriel Garcia Márquez, Pablo Neruda: 

[...]
Así termina 
en paz 
esta carrera 
del vegetal armado 
que se llama alcachofa, 
luego 
escama por escama 
desvestimos 
la delicia 
y comemos 
la pacífica pasta 
de su corazón verde.

Características


Las cualidades de la alcachofa están determinadas fundamentalmente por su abundante contenido en sustancias fenólicas. Estas sustancias se ponen en evidencia en cuanto cortamos una alcachofa y se pardea inmediatamente, Esto sucede porque los fenoles reaccionan con el oxígeno formando complejos coloreados.

Algunos fenoles presentes en las alcachofas tienen efectos antioxidantes y reducen el colesterol, y uno en particular, la cynarina, tiene el insólito efecto de hacer que los que se coma o beba después de un bocado de alcachofa sepa dulce. La cynarina inhibe los receptores del dulce de nuestras papilas gustativas, y cuando el siguiente bocado la retira de nuestra lengua, los receptores empiezan a funcionar nuevamente, y notamos el contraste. Así pues, dado que distorsionan el sabor de otros alimentos, se considera que las alcachofas son un acompañamiento inadecuado para los buenos vinos.

Producción y comercialización


El primer país productor es Italia (500.000 T/año) y España ocupa el segundo lugar con 275.000 T/año. Exportamos sobre todo a Francia, Italia y, finalmente, al resto de los países de la Unión Europea. 

La comunidad autónoma más productora es Murcia, donde se recolecta más de la tercera parte del total nacional seguida de la Comunidad Valenciana.



Contamos con una Indicación geográfica Protegida (I.G.P. Alcachofa de Tudela) y una Denominación de Origen Protegida (D.O.P. Alcachofa de Benicarló), que por cierto tiene una excelente página web que os invito a visitar: www.alcachofabenicarlo.com

www.alcachofabenicarlo.com


Entre las variedades italiana podemos destacar la I.G.P. Carciofo di Paestum, de la región de la Campaña
Carciofo di Paestum
Hay dos periodos bien delimitados que corresponden a la producción. Uno en otoño y principios del invierno, en zonas templadas, muy sensibles a las heladas, principalmente Levante. Y otro periodo en primavera, desde marzo hasta mayo, ya que las altas temperaturas afectan muy negativamente a la calidad de esta hortaliza, endureciendo sus hojas, que se abren separándose del fruto y adquiriendo un sabor excesivamente amargo. Ya lo dice el refrán:  "La alcachofa de abril para mí, la de mayo para mi amo y la de junio para ninguno."


Gastronomía

La alcachofa ofrece excepcionales cualidades gastronómicas: crudas, hervidas, al vapor, fritas, rebozadas, guisadas, en sofrito, a la brasa, al horno y hasta en tortilla, gratinadas o en la menestra.

Pero como dice un refrán levantino “hoja a hoja se come la alcachofa”, y sin duda a mi es la forma que prefiero comer las alcachofas. Cocidas durante 25-30 minutos en agua acidulada con un chorro de limón y acompañadas de una vinagreta al gusto (recomeindo un aciete de manzanilla cacereña, un chorrillo de vinagre de vino blanco y una cucharada de mostaza a la antigua).

Sin duda otra forma extraordinaria de disfrutar de las alcachofas es a la brasa, y que mejor ocasión que durante la Fiesta de la Alcachofa que se celebra en Benicarló todos los años en enero. El acto más popular es la "Torrá "que consiste en hacer las alcachofas a la brasa en la calle y con la colaboración de numerosos labradores.
Torrá de Benicarló


Torrá de Benicarló


Por su parte los alcauciles son de los platos más característicos de la cocina de Cuaresma en la provincia de Cádiz, y de los que dio buena cuenta nuestro corresponsal Daniel Serrano.

Alcacuciles con chícharos y habas

No podía terminar esta entrada sin hacer referencia un plato que originalmente iba a protagonizarlo, carcioffi alla romana.


Este plato lo vimos en la mayoría de las cartas de los restaurantes romanos y finalmente me lancé a probarlo en el restaurante Osteria Romana, muy cerca del Campo dei fiori. La nota más singular de las alcachofas a la romana es la menta.


Os dejo una libérrima traducción de la receta que consta en la Academia Italiana de la cocina.


Carciofi alla romana


Ingredientes:
  • 4 alcachofas grandes
  • una ramita de perejil
  • un diente de ajo
  •  una ramita de menta fresca
  • aceite extra virgen de oliva, sal y pimienta
Preparación:


Picar el ajo, el perejil y la menta, poner la mezcla en un bol, añadir una cucharada de aceite de oliva, sal y pimienta. Quitar las hojas de la alcachofa más duras, cortar el tallo, dejando unos 3 cm. Abra ligeramente las alcachofas ,con una cucharilla para eliminar el pelo central. A continuación, introducir en el interior la mezcla. Poner las alcachofas en una olla estrecha y alta, sin dejar espacios. Sazone con sal y vierta dos partes de agua y aceite, de modo que se encuentran las alcachofas a casi totalmente sumergida. Tape y cocine a fuego medio hasta que el agua se retira completamente. Sirva caliente.


Carciofi alla romana (Osteria Romana)

martes, 15 de marzo de 2011

2º Homenaje a la cuchara en la Venta Melchor de El Colorao, Conil (Cádiz). Por Daniel Serrano, Corresponsal en la zona sur

Venta Melchor
El otro día, mis colegas Alberto y Pedro me comentaron el evento gastronómico al que hace referencia el título del artículo y, aunque estábamos a final de mes, reservamos para el día 28 de febrero. Fuimos en coche desde Cádiz, trayecto que se hace en menos de 45 minutos.

La Venta Melchor es un magnífico restaurante que no se encuentra en un lugar idílico con vistas al mar, sino en medio de la carretera que va a Conil, pero una vez dentro se está tan a gusto.

Llegamos a las 13:30 y nos dijeron que hasta las 14:00 no empezaba el sarao, así que aprovechamos esa media horita para comprar verduras  y legumbres autóctonas en los puestos de los alrededores, ya que tienen fama de ser las mejores de la provincia.

De nuevo en el restaurante, nos recibió Juan Carlos (el dueño) y enseguida empezó el “homenaje” (42 euros, todo incluido) que detallo a continuación:

·         Empezamos con  un vermout que realiza artesanalmente la bodega del Sanatorio de Chiclana, con unas tostaditas de morcilla y longaniza y unos chicharrones de Conil.
·         Primer ataque:
-          Piriñaca de sardinas arenques con cebolletas frescas de Conil.
-          Habichuelas verdes y coliflores aliñás.
-          Aliños de ajo de calabaza.
-          Telera, boba y picos bastones del Colorado.
Acompañamos con vino rosado Manuel Aragón (El Sanatorio de Chiclana).
·         Segundo ataque:

Alcauciles romanos con chícharos y habas

Garbanzos con chocos
 
-          Gazpacho caliente con cachuelas de pollo (también se hace con conejo de monte).
-          Garbanzos con chocos de trasmallo guisados al estilo de menudo.
Acompañamos con vino fino Granero (El Sanatorio de Chiclana).
-          Alcauciles romanos con chícharos y habas
-          Cazón de Conil con chícharos y sus papas en amarillo.
Acompañamos con vino blanco Sauvignon Blanc (El Sanatorio de Chiclana).
·         Tercer ataque:
-          Berza de habichuelas verdes, chicharitos y calabaza (mejor plato de la Primera Muestra de Berzas de la provincia de Cádiz).
-          Berza de coles, habichuelas y garbanzos de Naveros.
Acompañamos con el tinto ecológico de las bodegas Manuel Aragón diseñado por el enólogo Chano Aragón.
·         Rendición a los postres:
-          Habichuelas con castañas, el postre de los tiesos.
-          Arroz con leche con el puntito de Petri Benitez.
Acompañamos con moscatel viejísimo reserva familiar de El Sanatorio.

En cuanto a los vinos, el vermout artesanal del principio es, simplemente, espectacular. El resto de vinos nos gustaron bastante, salvo el tinto ecológico. Este último vino, según nos explicaron, no se fermenta en barricas de madera sino de metal, por lo que parece un poco peleón. El resto de vinos entraban tan bien que a la media hora llevábamos un pedete considerable.

En lo que se refiere a la comida, buena presentación y raciones adecuadas para la cantidad de platos que incluía el menú, casi todo en pequeñas cazuelas. Todo estaba muy bueno, y parecía que cada plato superaba al anterior, pero quizás lo mejor fue el “segundo ataque” con el gazpacho caliente y los garbanzos con chocos a la cabeza (especialidad de la región).

Juan Carlos (el dueño) viendo que llevábamos un buen ritmo, nos ofreció de parte de la casa una cazuela de huevos con chistorra, que mis dos amigos aceptaron. Al compañero Alberto este plato le sobró, se empachó tanto que cuando acabamos de comer nos tuvimos que dar un paseo para que se le pasara el mal cuerpo. Hay que reconocer que también nos vino bien al resto para despejarnos un poco después de tanto vinillo.

El trato tanto del dueño como del resto del personal fue inmejorable. Durante la comida, Juan Carlos nos dio toda clase de explicaciones sobre los vinos y los diferentes platos del menú, que a veces, entre el puntillo y las tecnicidades, no entendíamos muy bien.

En resumen, nos pegamos un buen homenaje y seguro que repetimos, así que si alguien quiere probar la cocina gaditana y está cerca de Conil ya sabe dónde parar. ¡Ah! y si os pasáis un poco con el vino, no hay problema, enfrente hay un parque para echar un coscorrón.



El corresponsal, a la derecha, con sus avezados acompañantes
 


Fdo. Daniel Serrano
Corresponsal de eltercerpecado.es en la zona zur

viernes, 11 de marzo de 2011

Lechazo asado

Hay quien atribuye la difusión del lechazo asado (tal y como hoy lo conocemos) al pueblo Vacceo. Los vacceos pueden ser considerados como uno de los primeros pueblos con presencia estable en la Meseta Norte documentada en los tiempos históricos. 



El cordero o carnero ha sido desde tiempo inmemoriales un plato muy apreciado: “Carnero, comer de caballero”, dice el proverbio popular. Los tratadistas del siglo XVIII lo   consideraban como el animal de más provecho y más necesario para  el hombre de cuantos Dios había creado, así lo explicaba el Doctor Sorapan de Rieros, el mayor especialista de medicina preventiva de los siglos XVI y XVII, al glosar el refrán: “De las carnes el carnero, de los pescados, el mero”, en su libro "Medicina española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua" al que subtitulaba "Muy provechoso para todos genero de estados, para filósofos y médicos, teólogos y juristas, para el buen regimiento de la salud y más larga vida"

Sea como fuera, el gran mérito del plato estrella de la gastronomía de la vieja castilla no es el de mostrar una ascendencia milenaria, si no el de haber recorrido tamaño trayecto sin que su técnica de elaboración haya variado en lo más mínimo.

Como escribió Néstor Luján, lo admirable del lechazo es "la ausencia de inútiles y superfluos aderezos y de cualquier artificiosidad". Luján añadía que tiene "una carne delicada, ideal y rosada, que se funde literalmente en la boca". La verdad es que se trata de un producto natural cien por cien, ya que el lechazo se alimenta sólo de la leche de su madre. Y un producto sin apenas grasa, ya que se cocina sólo con agua y sal y se acompaña con una buena ensalada de lechuga.
Tanto Néstor Luján y Juán Perucho, en "El Libro de la cocina española (Gastronomía e historia)", como Luis Antonio de Vega, en su libro "Viaje por la cocina española", sitúan la zona del lechazo entre Peñafiel, Sepúlveda, Aranda de Duero y Roa.

El caso es que no hay mayor secreto: un horno de barro, madera de calidad, el cordero (a poder ser de la I.G.P. Lechazo de Castilla y León) y la mano experta del Maestro Asador.

El Horno:

La foto del horno que ilustra esta entrada es el horno situado en el txoko, o merendero (como se dice por esas tierras), de El Tercer Pecado, llamado "El Gallinero" (por ser el antiguo gallinero de los abuelos), y situado en el pequeño pueblo segoviano de Encinas, perteneciente a la Comunidad de Villa y Tierra de Sepulveda.

El horno nos lo hizo un maestro hornero (si tal profesión existe), Eduardo Andrés, de la cercana localidad de Sacramenia, cuya familia, por cierto, poseé la Bodega Zarraguilla,  perteneciente a la D.O.P. Vino de Calidad de Valtiendas, una zona vitivinícola emergente en el Norte de Segovia, que está en porceso de ser Denominación de Origen. No puedo dejar de mencionar a Isa y a Vicente, ellos nos recomendaron a Eduardo y nos dieron todas la claves para lograr el éxito de un asado.

La forma del horno coincide con la que daba el célebre Maestro Asador Cándido: "El horno de asar ha de estar hecho de adobes o ladrillos refractarios con forma de media naranja, con chimenea de campana a la boca del mismo, y enrojado a base de romero y tomillo".

Tampoco debemos olvidar otro elemento de barro imprescindible: las tarteras. Las nuestras fueron una regalo de los ya citados Isa y Vicente, y de Merche y Basi, y adquiridos en Aranda de Duero. Pero estas tartera no pueden ser utilizadas directamente, tenemos que someterlas a una liturgia previa: se unta con un ajo y se tienen cubiertos de agua 24 horas. Posteriormente cuando vayamos a asar debemos introducirlos en agua una hora antes de meterlos en el horno.

La madera:

La madera ha de ser, preferentemente, de encina con un año de secado. La madera la debemos encender al menos 5 horas antes de la hora prevista para yantar, para que vaya calentado lentamente el horno.

El cordero:

El lechazo es la cría de oveja alimentada exclusivamente de leche materna. La palabra lechazo es un localismo usado en la Cuenca del Duero, aunque no en su totalidad, en Sepúlveda y alrededores se usa cordero lechal.

Como ya sabemos, el Lechazo de Castilla y León goza de una merecida fama de calidad, avalada por la I.G.P (Indicación Geográfica Protegida) desde hace más de 10 años. El lechazo es un cordero lechal que debe reunir determinados parámetros para que se considere como tal, peso vivo en el momento del sacrificio de entre 9 y 12 kilos, y una edad de sacrificio que no supere los 35 días.

Según la I.G.P, además de estos requisitos se deben cumplir otros para poder ampararse bajo la Indicación Geográfica Protegida “Lechazo de Castilla y León”, debe ser una carne muy tierna y su color blanco anacarado o rosado pálido, la grasa externa debe ser de color blanco tipo cera, sin cabeza y sin asadura su peso debe situarse entre los 4′5 kg y los 7 kg, si incorpora estas partes su peso oscilaría entre los 5′5 kg y los 8 kg.


El tipo de ganado apto para la producción de la Denominación Específica “Lechazo de Castilla y León”, procede de las razas churra, castellana y ojalada, aunque la goza de mayor prestigio es la churra.

Lechazo churro
La raza ovina Churra, perteneciente al tronco Churro, es una oveja rústica de las más primitivas de la península. Forma parte del grupo de razas autóctonas más importantes de España, por su alta especialización en la producción de leche y por su elevado censo.

La zona principal coincide con la Submeseta norte del centro peninsular, y más concretamente con el valle del Duero,coincidiendo en gran medida con la Comunidad autónoma de Castilla y León.

Para asar el lechazo lo dividimos en cuartos, ponemos un poco de manteca de cerdo en las zonas más secas, que no tengan la propia grasa externa, se sala, se añade un poco de agua y al horno durante tres horas.

Epílogo:


Finalmente el fin de semana del 4 de marzo al fin estrenamos el horno asando tres cuartos para celebrar el cumpleaños de mi madre. Y este fue el resultado:



jueves, 10 de marzo de 2011

Alta Cocina por Haití

Solidaridad Internacional organiza la jornada Alta Cocina X Haití el próximo 14 de marzo en el Hotel High Tech President de Madrid (C/ Marqués de Villamagna, 4). Se podrán degustar los platos y pinchos elaborados por algunos de los chefs más reconocidos (Sergi Arola, Dani García, Rubén Trincado, Fernando Canales, Josechu Corella, David Fernández, Agapito Cristóbal, Carlos Rejes, Jesús Velasco, Enrique Pérez, Pedro J. García Sarabia y Alberto Hernando)

La jornada se desarrollará en tres franjas horarias. Primero podremos tomar un brunch (de 8 a 12 horas), por un precio de 15€, en el que podremos degustar distintos productos regionales, en concreto:

Productos de Cantabria:
Queso Nata
Quesuco de Liébana
Queso Picón
Anchoas en salazón
Bonito del Norte en conserva
Sobaos Pasiegos de Cantabria
Quesada  de Cantabria

Productos de Euskadi:
Queso Idiazabal
Conserva de Bonito del Cantábrico

Productos de Aragón:
Jamón de Teruel
Melocotones de Calanda
Queso "C" de Calidad
Longaniza "C" de Calidad
Chorizo "C" de Calidad
Frutas


Productos de Asturias:Quesos Afuega'l pitu

Productos de Murcia:
Naranjas
Tomates de la huerta Murciana
Queso de cabra Murciana, Queso de Murcia y Queso de Murcia Albino

Productos de Andalucía:
Jamón de Trevelez

Productos de Castilla-La Mancha:
Queso
Aceitunas
Miguelitos


Productos de Extremadura:Torta del Casar

Productos de La Rioja:
Chorizo Riojano
Pimiento Riojano
Ciruelas de Nalda y Quel
Productos de Cataluña:
Membrillo


Entre las 13 y las 17 horas se servirá la comida, a un precio de 30€, cuyo menú es el siguiente:

ENTRANTES
Aperitivo con toque haitiano: Patata rellena de gambas, maíz y cilantro, al ron haitiano (Sergi Arola)
Cocina Andaluza: Gazpacho de cerezas, nieve de queso fresco, anchoas y albahaca (Dani García)
Cocina Asturiana: Fabada Asturiana (Asturias en Madrid)
Cocina Vasca: Crema de purrusalda y ravioli de bacalao (Fernando Canales)


PESCADOS

Cocina Murciana: Lomo de lubina en salsa de caldero del Mar Menor (Alberto Hernando)
Cocina Vasca: Merluza en salsa verde (Fernando Canales)
Castilla León: Garbanzos de Fuentasaúco con bacalao en salsa verde (Agapito Cristóbal)


CARNES
Cocina Murciana: Carrillera de chato murciano a la naranja (Alberto Hernando)
Cocina Andaluza: Burguell Bull, Hamburguesa de toro guisado, con mayonesa de su jugo y rucula (Dani García)
Castilla León: Presa de cerdo ibérico con patatas revolconas y torreznillo (Agapito Cristóbal)


POSTRES

Cocina Andaluza: Aromas Malagueños (Dani García)
Cocina Vasca: Intxaursaltza con crema de oveja (Fernando Canales)
Castilla León: Dulce de manzana reineta del Bierzo (Agapito Cristóbal)
Cocina Murciana: Cóctel de tortada Murciana (Alberto Hernando)


BEBIDAS

Txakolí de Álava, Txakolí de Getaria, Tinto roble de Ribera del Guadiana, Rioja Alavesa, vino blanco Viña Esmeralda, Sidra Asturiana (con escanciador)

Y finalmente entre las 19 y las 22 horas podremos cenar, a un precio de 30€, un menú similar al de la comida.

El aforo es limitado (unos 200 comensales por franja) por lo que si quereis acudir debeis adquirir las entradas previamante, bien através de este link o en la recepción de los hoteles High Tech de Madrid.


martes, 1 de marzo de 2011

Ruta del Cocido Madrileño

Cocido de Casa Carola
Del 14 de febrero al 31 de marzo se está celebrando la Ruta del Cocido Madrileño. Los restaurantes más castizos de Madrid participan en este evento gastronómico que se organiza por primera vez con el patrocinio de la Comunidad de Madrid y la D.O. Aceite de Madrid, entre otros, y organizado por www.porlasierra.com.


Los clientes que degusten un cocido e podrán ir sellando la cartilla que se entregará en los restaurantes participantes. Cuando consiga dos sellos, el cliente podrá depositar la cartilla sellada en la urna de uno de los restaurantes y entrar en el concurso de 50 cocidos madrileños y su peso en vino, aceite, garbanzos de Madrid, así como un lote de cafés El Pozo. En la misma cartilla podrá votar al Mejor Cocido Madrileño, Mejor Presentación de Cocido, Mejor Cocido Tradicional, Mejor Cocido Vanguardista, Mejor Sopa, Mejores Viandas, Mejores Garbanzos, Mejores Verduras, Mejor Bola, así como al Premio de Honor y al Premio al Padrino y Madrina del cocido madrileño.

Entre los restaurantes participantes están Casa Carola,Lhardy, La Bola, El Cenador de Salvador o Malacatín. El precio del menú varía entre los 13€ de La Parpusa de Moratín a los 35€ de Lhardy. El listado completo, con los detalles de horarios y precios, lo podéis consultar en http://www.rutadelcocidomadrileño.com